Suspiro

Instalación interactiva (Vaciado en concreto, sensor, hélice, servomotor, tarjeta de arduino).
Medidas variables.
En las piezas de las cuales se ha hablado hasta el momento, el mecanismo que posibilita la interacción entre el público y las instalaciones se encuentra oculto, ya sea en el interior de la pieza misma o dispuesto de manera que no es inmediatamente visible. En el caso de Suspiro, el mecanismo está desplegado de una manera explícita de modo que pasa a formar parte integral de la estética de la pieza.
Suspiro se compone por una instalación donde hay en primera instancia un sensor que detecta la presión de aire a su alrededor. Al soplar sobre este sensor se activa un impulso que es interpretado por procesador de arduino el cual a la vez emite señales que controlan un servomotor que hace girar una hélice que funciona a manera de abanico y produce una corriente de aire sobre un corazon de concreto vaciado que se encuentra al extremo opuesto de la instalación. Este corazón de concreto tiene pegada en su superficie un mechón de cabello el cual se mueve al ser impulsado por el abanico.
Esta serie de acciones y reacciones iniciadas por el interactor tienen un carácter bizantino y excesivamente complicado que pone de manifiesto la complejidad de la secuencia de sucesos necesaria para ocasionar una acción simple, en este caso el mover o hacer volar un mechón de pelo que forma parte de una pieza escultórica.  A la manera de una máquina de Rube Goldberg, suspiro es un sistema en apariencia innecesariamente complejo que realiza una acción extremadamente simple.
al volver compleja una acción simple y mediatizada por medio de sensores, servomotores y procesadores, se genera una experiencia estética y de juego que no estaría presente de no existir esta estructura. la pieza misma establece la estructura del juego y permite que al participar, las personas se abandonen a este. (Gadamer 71).
Así, la finalidad de esta instalación no es la de realizar una acción mecánica simple por medios excesivamente complicados, sino la de crear e implementar la estructura de un juego que permite al interactor sumergirse en él.
El corazón vaciado en concreto que forma de suspiro, fue realizado en un comienzo como una pieza de origami a la cual se le tomó un molde y fue vaciada en concreto pigmentado (detalle de la pieza). Esto crea una contraposición entre lo frágil del material original: el papel del origami con la dureza y permanencia de la piedra artificial formada por el concreto vaciado. Así mismo, como es el caso de las anteriores piezas se encuentra también presente el contraste entre la idea del corazón en tanto que órgano del cuerpo y lo inorgánico del concreto.  Este contraste es enfatizado por la presencia del mechón de cabello adherido a la superficie de la pieza, el cual es un elemento biológico que establece una relación directa con el cuerpo.
Así se establecen dos ejes de contrastes: lo frágil y lo permanente y lo biológico y no biológico u orgánico e inorgánico. Estos ejes articulan los elementos del juego que se presentan a la interpretación del interactor para ser jugado.

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